Ley Aduanera, eleva exigencias de cumplimiento
- Redacción

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El comercio exterior de México continúa siendo un pilar clave de la economía nacional. De acuerdo con el INEGI, tan sólo en 2024, las importaciones alcanzaron los 625,312 millones de dólares en bienes, reflejo de un flujo constante de productos provenientes de todo el mundo y de una actividad aduanera que mantiene su dinamismo.
En este escenario, las modificaciones a la Ley Aduanera para 2025 están redefiniendo el rumbo del sector. Con una mayor fiscalización, controles más estrictos y un enfoque directo en la responsabilidad del importador, las empresas no sólo enfrentan un ajuste legal, sino también un impacto directo en su operación logística. Ante este panorama, diversas compañías han activado planes de preparación anticipada para garantizar la continuidad de sus operaciones sin afectaciones, apostando por la automatización, el cumplimiento normativo y el control total de sus procesos.
Una de ellas es Koprimo, la comercializadora mexicana líder en la distribución de materias primas, que ha iniciado un proceso de adaptación integral frente a los nuevos requerimientos.
“Nos estamos anticipando a los cambios de la autoridad para que nuestras operaciones de importación no se detengan. Hoy el objetivo es claro: cumplir sin poner en riesgo la operación”, señala Cyntia Mendoza, Gerente de Cadena de Suministro de Koprimo.
¿Qué implican los nuevos requisitos?
Con la actualización de la Ley Aduanera, las autoridades elevan los estándares de vigilancia sobre aspectos como la manifestación de valor, la trazabilidad, el cumplimiento documental y la comprobación de la materialidad de las mercancías. Para los importadores, esto representa una mayor carga de cumplimiento que puede traducirse en:
* Mayor inversión en controles, sistemas administrativos y cumplimiento normativo.
* Necesidad de adaptarse rápidamente a requisitos más rigurosos, tanto en documentación como en procesos internos.
* Potencial aumento en tiempos de despacho, revisiones aduanales y exigencias logísticas.
Manifestación de valor: ahora bajo la lupa
Uno de los puntos más sensibles es la manifestación de valor, una obligación que legalmente siempre ha recaído en el importador, pero ahora con los nuevos cambios, este proceso se vuelve más vigilado e inminente.
Este nuevo nivel de exigencia obliga a las empresas a blindar su documentación, sus procesos contables y sus contratos internacionales, ya que cualquier inconsistencia puede derivar en sanciones, retenciones o bloqueos operativos.
Impacto logístico: retrasos, costos y cuellos de botella
A este nuevo marco legal se suma un escenario logístico desafiante. Las revisiones más rigurosas, el incremento en los controles documentales y la saturación en aduanas podrían provocar:
* Retrasos en el despacho de mercancías.
* Mayor tiempo de permanencia en puertos y recintos fiscalizados.
* Incrementos en costos por almacenaje, demoras y maniobras.
* Reprogramaciones en las cadenas de suministro.
“El impacto ya no es solo legal, también es logístico. Una revisión mal preparada puede frenar una operación completa y afectar inventarios, entregas y contratos, es por eso que en Koprimo nos estamos anticipando para tener control de nuestra operación sobre esos cambios”, señala Mendoza.
El 2026 se perfila como un año decisivo para los importadores en México. Las empresas que logren anticiparse, automatizarse y profesionalizar sus operaciones estarán mejor preparadas para enfrentar no solo el nuevo marco legal, sino también un entorno logístico cada vez más exigente e incierto.






















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