Huracanes y la logística empresarial en México
Los costos logísticos representan el 28% de las ventas para las empresas pequeñas y el 9.7% para las grandes.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la temporada de huracanes de 2024, se anticipa como una de las más intensas, pues prevé entre 35 y 41 ciclones tropicales. Esto no solo representa un peligro para las comunidades costeras, sino que también plantea desafíos logísticos para las organizaciones, ya que afectan el transporte, almacenamiento, distribución de bienes y servicios. La amenaza de inundaciones, fuertes lluvias y vientos huracanados, pueden interrumpir el transporte de mercancías, tanto a las rutas aéreas como marítimas. Además, las condiciones climáticas extremas pueden llevar a la saturación de aeropuertos y problemas en las aduanas, que interrumpan la cadena de suministro.
Cabe recordar que, según el estudio “Impacto Socioeconómico de los Desastres en México durante 2022”, México sufrió 570 catástrofes, que resultaron en daños y pérdidas por 16 mil 600 millones de pesos. Aunado a ello, la seguridad de los trabajadores y la integridad de las infraestructuras, también son preocupaciones críticas, ya que cerca del 7% de los accidentes en las carreteras federales se deben a factores naturales como la lluvia, según la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Estos problemas no solo aumentan los costos operativos, que representan el 28% de las ventas para las empresas pequeñas y el 9.7% para las grandes, sino que también afectan la satisfacción del cliente y la reputación de las compañías, pues el tiempo de entrega es un problema frecuente para el 35% de los compradores en línea, lo que supone un desafío para la logística de la última milla.
Ante esto, iMile Delivery México, logitech de clase mundial con base en Medio Oriente, está consciente de la importancia de contar con estrategias para mitigar los riesgos en el sector. Por ello, presenta algunas recomendaciones para que las organizaciones se preparen y aseguren la continuidad de sus operaciones.
Desarrolla planes de contingencia: Deben abarcar desde la protección de activos físicos, hasta sistemas de respaldo de datos, así como identificar vulnerabilidades en instalaciones de almacenamiento y distribución. Recuerda revisar los inventarios actuales y generar un programa de abastecimiento para anticipar posibles interrupciones. Además, se pueden establecer almacenes adicionales en zonas menos propensas a desastres naturales y asegurar contratos con proveedores alternativos.
Monitorea de manera constante: Estar al tanto de las condiciones climáticas ayudará a tomar decisiones informadas. Puedes utilizar herramientas de monitoreo y predicción, como la página web del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), que proporciona información en tiempo real sobre la trayectoria y severidad de huracanes o tormentas tropicales, con la finalidad de planificar o ajustar las operaciones logísticas, en función de las condiciones meteorológicas.
Mantén una comunicación efectiva: Esto es primordial para gestionar las interrupciones causadas por ciclones. Para ello, se deben establecer canales de comunicación claros y efectivos con proveedores, clientes y trabajadores. Esto garantiza que todos los involucrados estén informados sobre los cambios en las rutas de recepción o despacho, así como las medidas tomadas para mitigar los retrasos. Ten presente que el 85% de los conductores en México usan smartphones para sus tareas de entrega, mientras que el 15% confía en dispositivos de escaneo.
Conoce y adáptate a la geografía: Entender la geografía y las áreas más propensas a desastres naturales, servirá al momento de planificar la cadena de suministro. Revisar tus instalaciones y rutas de transporte te permitirá identificar zonas de alto riesgo para desarrollar planes de emergencia, que incluyan almacenes y rutas alternas fuera de la línea de la tormenta. Por ejemplo, una empresa con operaciones en la costa este de México podría establecer depósitos en el interior del país, para minimizar el impacto en las operaciones logísticas.
Cuenta con suministros y equipos de emergencia: Durante los huracanes, los suministros pueden agotarse más rápido. Para ello, verifica que las instalaciones y flotas estén bien abastecidas con suministros y equipos antes de que llegue la tormenta, tales como agua, gasolina, kits médicos, generadores y persianas para tormentas. También puedes elaborar un inventario de emergencia y protocolos para distribuir suministros esenciales en caso de un desastre natural.
La temporada de huracanes presenta desafíos considerables para las compañías, pero con una preparación adecuada y una mentalidad resiliente, es posible minimizar el impacto y superar los desafíos logísticos. Es importante recordar que no solo se trata de proteger los activos físicos y mantener las operaciones en marcha, sino también de garantizar la seguridad y bienestar de los trabajadores. Además, ten presente que, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), detalló que el territorio nacional, es uno de los 10 de Latinoamérica con mayor riesgo catastrófico por fenómenos naturales, con el 45% de su territorio expuesto a inundaciones y el 40% en zonas sísmicas.
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